LOS FLECOS

La flocadura, ... uuuuuuu ... se me cayeron los años, con este término tan antiguo. Mejor hablemos de ... flecos. Los flecos son una de las pequeñas grandes decisiones que debemos tomar cuando hemos terminado de tejer una tela. ¿Por qué?

Porque tenemos varias opciones para elegir y el éxito de la prenda depende siempre de estos pequeños detalles.

Cortando la urdimbre de tela terminada.

Pero, ¿qué son los flecos? Por simple observación, son los hilos sobrantes de la urdimbre que quedan en cada extremo del tejido, al quitarlo del telar. Por lo tanto quedan con diferentes medidas en cada lado, según la técnica de amarre utilizado, las que debemos emparejar, como primera medida.

Pero... emparejar ¿a qué largo? y aquí dependerá tanto del uso que se le quiera dar a la tela tejida como al gusto personal. 

Respetando el gusto de cada cual, hay elecciones clásicas. Más bien cortas en bufandas de varones y niños, un tanto mas largas, sin exagerar, en nosotras las mujeres, lo mismo en chales y en frazadas.

Mención especial merecen las alfombras, paños de cocina y algunos centros de mesa, los cuales no necesitan flecos y por lo tanto, los sobrantes de urdimbre, se deben recortar lo suficiente para envolverlos en un dobladillo.

Una vez recortado el sobrante a gusto, se debe decidir qué hacer con estos flecos. Hay varias opciones básicas.

Una de ellas es dejar las hebras sueltas, para lucir el hilado. Esto es muy apropiado si se trata de hilos con texturas especiales.

Otra opción es torcerlos para evitar enmarañamiento de hilos al lavar la prenda. Esto es aconsejable en hilos delgados o con mucho contenido de fibra natural, como algodón y oveja. 

Torciendo hilos de algodón.

Y también es bueno torcerlos cuando la urdimbre contiene muchos colores y/o colores contrastantes y se busca mimetizarlos o fundirlos.

Torciendo para unificar colores.

Otra técnica es el embarrilado, muy común en el trabajo artesanal y que da gran belleza a las piezas tejidas. Trataré este tema extensamente en otra publicación, para agregar material  gráfico que me han pedido quienes desean aprender.

Sin embargo, como les he dicho, más allá de los convencionalismos, la creatividad está marcada por sus gustos. ¡A experimentar!