Va tomando forma un nuevo telar, que se incorpora a mi estudio.
Este ha sido un verano muy trabajado, pero valió la pena porque por unas semanas reservé las urdimbres para dedicarme a las maderas y tornillos. Quité parte de sus vacaciones a mi hijo para ayudarme física y logísticamente a construir un telar de poleas. Un par de lindas bufandas serán para él. ;)
La estructura está levantada firme, estable y con buen acabado. El mecanismo básico está instalado, pero en observación. Son múltiples las posibilidades para hacerlo funcionar y voy a probar varias de ellas hasta encontrar la que a mí más me acomode.
Será de 4 cuadros, de 1,20 m de ancho útil, aunque llega a tener sobre el metro treinta en su estructura; y 6 pedales. Las mallas tendrán que ser sobre 1200 hilos. He instalado 800 mallas y la verdad no se ven.
Acompañará a mi gastado pero noble telar de contramarcha horizontal, ahora de 10 pedales.
Aún no tengo vacaciones, pero no hallo las horas de ponerme a tejer! Ese será mi descanso, más ahora que me llegaron nuevos hilados de oveja, lino y mezclas para la media temporada que se nos viene ya!
¡Felices tejidos, un abrazo para todos!
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