OTRA NAVIDAD.

Este año colgué mi telar y no tejí como era mi costumbre en años anteriores. Quizás por el calor que reina por estas fechas en estas tierras del sur del mundo. Pero como las manualidades son mi pasión, me inspiré en postales navideñas del norte del mundo para construir mi propio tren polar.

Trabajé con madera MDF de tres milímetros, que se compra dimensionada, unos trozos de madera rodón para junturas, pegamento, pintura acrílica, harta decoración y entusiasmo hasta conseguir mi propio tren polar. No será más que un montón de maderas pintadas, pero ¡me encanta!

Y con los restos de mdf,  que me quedaron, un poco de cinta y muérdago artificial  construí estos trineos decorados con velas, para el centro de la mesa en Noche Buena.

¡Que todos tengan una lindas Fiestas! ¡Felicidades!

NOSTALGIA PREVIA A LA NAVIDAD

Ya sé que faltan tres meses aún para las fiestas, pero yo comienzo a proyectar lo que tejeré para regalos y para decorar. ¿Se acuerdan de los tarjeteros?

Bueno... en tiempos en que se acostumbraba enviar tarjetas por correo normal, era de mucho gusto tener a la entrada de nuestras casas hermosos tarjeteros colgantes.

Yo tejí en telar algunos para la Navidad del año 2009, en telar de peine, por ese entonces.

¡Qué hermoso recuerdo! Disfruté tanto tejiendo las bases como armando los tarjeteros. Las fotos no le hacen justicia. Los decoré con pajaritos, un Benteveo y un Cardenal, ramitas de arbol que barnicé y accesorios brillantes.

 
Los colores de la Navidad me hacen amar todas y cada una de las que he vivido. Afortunadamente he podido heredar a mis hijos ese encanto que me envuelve en Navidad.

No sé si para este año vaya a volver a hacerlos, la verdad ... ¿Alguien envía tarjetas todavía? O todo es por correo electrónico. ¿Bueno y si imprimimos los mail y los colgamos en nuestro tarjetero? Nuestros amigos en Navidad verán cuántos mail recibimos...

... Mis hijos dicen que ya no se envían mails ... todo es por facebook como ... XD ... ¡¿ y eso como lo cuelgo?! 

PIES CALIENTITOS

Este año les voy a mostrar zapatillas que he hecho por muchos años, pero solo en éste último me han traído un recuerdo muy especial de mi abuela. Ella era una maestra del bordado a mano, pero también tejía. Y en ocasiones, cuando la ibamos a visitarla, nos tenía de regalo zapatillas de descanso tejidas por ella a crochet. Tenían la caña alta que daban la vuelta a modo de solapa y se ajustaban con un cordón también tejido que formaba un lindo rosetón al frente.

La verdad, cuando niña no alcanzaba a dimensionar el amor que había detrás de su labor. Quizás porque sentía que era algo rutinario para ella. Pero hoy que la recuerdo tejiendo mis zapatillas, pienso que eran algo más que unas zapatillas que le hubiesen  podido tomar unas horas de trabajo. Eran una parte de ella que iba de vueltas con nosotros a casa.  Y eso la debe haber hecho sentir muy felíz.

Cada punto y cada hebra que tejemos a quienes queremos es mucho más que un montón de hilo con forma, es una parte nuestra que quiere irse junto a nuestros hijos y nietos. ¡Ahora lo entiendo!

PIED DE POULE

La  famosa "patita de pollo" siempre ha sido del gusto de un buen vestir. Lo tejí para una bufanda en color café claro, más bien beige con negro en una urdimbre de 116 hebras.

Patita de pollo en azul y beige

En palillos (dos agujas) tejí unos guantes a tono. Quedó un conjunto muy combinable. Las fotos son muy malas, parece que mi viejita cámara no quiere trabajar más.

La bufanda terminada, junto a los guantes que tejí a tono con hilo de pelos largos en el puño.