Inicio

martes, 28 de julio de 2015

CHALCITO DE OVEJA


Chales de lana y bufandas han sido mi principal ocupación para sortear este inusual invierno.

Porque ante lluvias y bajas temperaturas nada hay mejor que un cálido chal de lana para acurrucarse dentro de él. ¿No les parece? Sintiendo, aún después de lavado y suavizado, su tenue y maravilloso aroma natural.


 330 hebras en fibra mixta alpaca, oveja y acrílico en la urdimbre.
Un enhebrado que requirió harta concentración para no cometer errores pero que valió la pena para este diseño de "Madreselvas", un clásico del tejido estilo "sobrehilo" (overshot)
Tejí la trama en una suave lana de 100% oveja  color grafito en el cuerpo y bandas rojas en sus extremos.

 El resultado un precioso diseño de madreselvas en un chal de 1,70 m. de largo por 0,63 m de ancho y un largo de flecos de 20 cm.



¡Se ve y se siente muy bien, creánme. Mi hija se apoderó de él!


miércoles, 8 de julio de 2015

CUELLO DOBLE BLANCO-NEGRO.



Cuello tejido en telar que realicé con los colores clásicos de toda época. Es el primer proyecto en mi recién renovado telar. Se desempeñó de forma impecable.


Este precioso diseño para telar de cuatro ejes lo tejí en secciones para formar  una especie de tablero muy llamativo. Su ancho de 30cm en el peine se rebajaron a 27 cm una vez finalizado. Y su contorno quedó de 1.65m una vez cerrada la costura posterior. Suficiente para dar un par de cómodas vueltas al cuello. ¡Vean!









La urdimbre fue de 146 hilos. Dos de ellos para los bordes flotantes. Porque en esta ocasión sacrifiqué los cuatro hilos de orillo que acostumbro, con el fin de utilizar solo los 4 cuadros principales del telar y 4 pedales.








domingo, 5 de julio de 2015

MARCHA BLANCA DE MI TELAR ACTUALIZADO.

¡Uff! Por fin volvió a funcionar mi telar que tenía en mantención desde hacía un par de semanas.  Necesitó unos cuantos ajustes mayores por fatiga  de algunas piezas.


El mecanismo que tenía mi telar basado en resortes para levantar la urdimbre en cada pasada producía tal esfuerzo que mi modesto telar con maderas sencillas y quizás muy delgadas terminó por quebrar el rodamiento del plegador porta urdimbre , inutilizando el telar por completo.

Fue necesario transformarlo en un Telar de Contramarchas, que no requiere levantar la urdimbre tanto que sufran el telar y las hebras, sino que la apertura de la calada se reparte en mitades.

Les explico. En un telar de contramarchas las hebras de urdimbre que deben ser movidas para formar el patrón suben hasta la mitad de la altura necesaria para formar la calada y al mismo tiempo las hebras restante bajan lo suficiente para completar ese espacio. Es decir la Calada se forma con el movimiento de todas las hebras en cada pasada, las del patrón que estamos dibujando que suben y las que no se necesitan que bajan pero solo la mitad del recorrido necesario y por ende el esfuerzo y la tensión del telar también se reduce a la mitad.

Este sistema salvó mi frágil telar y lo volvió a la vida. Se le instalaron balancines superiores y un juego extra de levas en la zona inferior.

Balancines superiores que caracterizan los telares de contramarchas.
Luego de casi quince de días de necesario mantenimiento, mi telar esta en marcha blanca para observar como funcionan los cambios, que hasta este momento se sienten bien. Un pedaleo suave, buena calada y como todo contramarcha con una  tensión justa para el cuidado de las hebras.
Se siente cómodo, mucho mejor que antes y aunque hubo que invertir un poco en materiales y un algo más en tiempo para su puesta en marcha... ¡¡¡Valió la pena... estoy feliz!!!  ¡¡A tejer, a tejer ... no hay tiempo que perder!!

Quiero agradecer a mi amado y sabio hijo por su tiempo y apoyo logístico dedicado a la reparación. Y a mi querida y vehemente hija por su empuje anímico, sobre todo en momentos que nada parecía reanimar a mi telar. ¡¡Cómo los amo!!